Terapias intensivas: el 80% de las relevadas en un estudio de la SATI dijeron que tenían faltantes de insumos y fármacos

Como lo viene haciendo semanalmente desde que volvió a aumentar la circulación del coronavirus (y, en consecuencia, crecieron vertiginosamente los casos de Covid-19 y la demanda de atención en las unidades de cuidados intensivos de todo el país), la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) dio a conocer los resultados de una encuesta nacional voluntaria entre sus especialistas, que trabajan en instituciones públicas y privadas.

El relevamiento fue realizado el 30 de abril, no representa la totalidad de las camas de cuidados intensivos y, como los anteriores de su tipo, vuelve a describir un escenario de gran tensión para el sistema sanitario: aunque con niveles de ocupación heterogéneos por jurisdicción, hay alta ocupación de camas (principalmente por pacientes Covid-19, con alto requerimiento de asistencia respiratoria mecánica, lo que resta camas para la atención de otras dolencias), los internados son predominantemente jóvenes, y solo el 50% cuenta con cánulas de alto flujo (CAFO).

Otro dato que alarma es que los participantes en la encuesta informan sobre un importante déficit de insumos, fundamentalmente sedantes, bloqueantes neuromusculares y analgesia, indispensables cuando es preciso intubar a personas con baja saturación de oxígeno, algo que caracteriza al cuadro grave de la enfermedad.

En este contexto, los especialistas afirman que se encuentran presionados y con gran agotamiento. “Seguimos con el mismo nivel de tensión de las últimas semanas, no aflojó nada [a pesar de que se detuvo el crecimiento de casos] –resumió Rosa Reina, presidenta de la SATI–. El factor humano es muy crítico en este momento”.

Vale recordar que cada paciente internado en terapia intensiva requiere un tratamiento multidisciplinario que involucra médicos terapistas, nutricionistas, enfermeros especializados y kinesiólogos, entre otros. Incluso el personal de maestranza debe observar estándares de cuidado y asepsia particularmente exigentes.

En el trabajo participaron 171 UTIs, 90 públicas (54%) y 81 privadas (47%), con un total de 3246 camas. En promedio, la tasa de ocupación observada ascendió al 87% en todo el país, pero superó el 96% en el Área Metropolitana de Buenos Aires. La ocupación de camas en las diferentes provincias fue heterogénea. Algunas provincias, como Mendoza y San Juan, superaron también el 90%; otras estuvieron por debajo del 70% (Jujuy, Río Negro, Salta, Santa Cruz)

De todos los internados en terapia intensiva, alrededor del 61% correspondieron a personas con Covid, de los cuales el 79% requirió asistencia respiratoria mecánica. La capacidad de expansión fue del 14%.

Requerimiento de oxígeno

En el AMBA, con 47 UTIs y un total de 1139 camas, Buenos Aires alcanzó el 95% y ciudad de Buenos Aires, el 96%. El 64% de las instituciones (el 59%, públicas y el 68%, privadas) no contaban con ninguna cama disponible. El porcentaje de pacientes con Covid-19 fue del 77.7%, y el requerimiento de asistencia respiratoria mecánica fue del 84%. El porcentaje de expansión de camas fue del 7%.

El promedio de edad de los pacientes internados en esas unidades hospitalarias rondó los 54 años, y alrededor del 77% debió recibir asistencia respiratoria en posición “prono”; es decir, boca abajo, para mejorar la ventilación de los pulmones.

El estudio también indagó sobre la modalidad de los diferentes regímenes de visitas adoptados por los centros de internación. El 52% las permitieron, el 26%, no, y el 21% solo permitieron la visita del último adiós.

Particularmente preocupantes son las respuestas que revelan faltantes de insumos y fármacos: el 27%, el 16%, y el 11% expresaron faltante de sedantes, de bloqueantes neuromusculares y de analgésicos, respectivamente. Solo el 20% de las instituciones no los admitieron.

“Seguimos con altísima ocupación, cercana al 100% en centros públicos y privados –confirma Pablo Pratesi, jefe de terapia intensiva del Hospital Austral–. Y hay muchos lugares que están teniendo faltantes de fármacos. Las derivaciones no salen… De hecho, el otro día teníamos una paciente para internar que estaba en la guardia y nos consiguieron una cama de terapia intensiva en Azul. Por suerte hoy pudimos derivarla a Pacheco. Estamos súper tapados por la demanda y ahora con unos días de frío la cosa hasta puede empeorar”.

Y resume la situación la doctora Carina Balasini, de la SATI: “Los pacientes ‘Covid’ van aumentando a expensas de los ‘no-Covid’. En este último estudio detectamos déficit de fármacos en el 80% de las instituciones (más en las privadas que en las públicas), cuando hace 15 días hicimos la misma pregunta y eran el 40%. Faltan sedantes, analgésicos y relajantes musculares, porque muchos de estos pacientes tienen una alta frecuencia respiratoria y debemos sedarlos hasta que puedan recuperarse de las neumonías, que son muy graves. Estamos viendo más jóvenes, algunos más que nosotros, algo que es muy angustiante para el equipo de salud. Además, estamos agotados, con mucho burnout. Somos 1800 en todo el país y como no tenemos reemplazo, lo que tuvimos que hacer es aumentar las jornadas de trabajo”.