Flamante y original propuesta de sabores asiáticos, funciona en la icónica esquina redonda de Sucre y Castañeda. Por ahora, sólo de noche.
Narda Lepes lo hizo de nuevo. La chef, emprendedora, conductora de TV y radio, jurado de concursos de cocina, autora de libros –y la lista sigue–, abrió junto con la bartender Inés de los Santos un restaurante japonés que no se parece a ningún otro. Una alternativa a los emprendimientos gastronómicos porteños aferrados al credo único de la estacionalidad y los platitos con trazos contemporáneos.
El local que montaron las dos socias y amigas está a metros de Narda Comedor, en la esquina redonda de Sucre y Castañeda donde antes funcionaba Bruni, y a pesar de sus grandes ventanales la intención es nocturna. Iluminación tenue, madera, tonos oscuros y muchos detalles. En planta baja, la cocina timoneada por Pablo Chinen (chef y ex bajista de la banda nikkei “Tintoreros”). En planta alta, el bar con barra semi circular y vista espectacular al verde donde el equipo de De Los Santos hace lo suyo, rodeado de una puesta en escena que sorprende. Narda se garantizó que los materiales ofrecieran texturas, que fueran amables al tacto y que no hubiera nada “disfrazado de japonés.”
La obra demoró un año y medio “pero lo bueno es que pudimos madurar mucho el proyecto, vamos de a poco y con obsesividad nipona”, dice Lepes. Esa lógica del “paso a paso” también se desliza en las diferentes etapas de la apertura: por ahora sólo están de noche. Dentro de un mes, van a agregar a la oferta del bar un omakase de tragos acompañados de snacks. En unas semanas más, abrirán al mediodía. Después le tocará el turno al karaoke para doce personas, y finalmente a la terraza.
Así como la carta de cócteles que armó De los Santos es extensa y va desde opciones ligeras, como el Tokio vía Roma –Spritz con tomate– hasta el más alcohólico Sake y matcha, también la de comida abarca una amplia gama. Hay platitos de vegetales crudos, cocidos y encurtidos (“es nuestra panera,” se ríe Narda); especiales de la abuela, como el calamar butter shoyu con arvejas, edamame, manteca y soja; y platos de parrilla, como el ojo de bife, o la trucha con ponzu, miso y beurre blanc. Tampoco faltan las frituras –no se pierdan el tempura de pescado o de familias de vegetales”. Ni el Nabe/Yaki , guiso de abuela japonesa. De los postres, el favorito se llama momo kokoro y es un durazno entero, relleno con crema de almendras y sake.
- Kõnã Corner. Castañeda 1899, Belgrano. De martes a sábados, de 20 a medianoche. Viernes y sábado de 20 a 1. @konacornerba
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