Se trata de una zona con origen más rural pero cada vez con más densidad poblacional, infraestructura y servicios
Si bien su mayor crecimiento se dio a partir de la remodelación de la Panamericana, Pilar es uno de los partidos del norte del Gran Buenos Aires que dispone de la infraestructura necesaria para recibir la migración de gente que arribó con más fuerza a partir de la pandemia.
En otros tiempos, Pilar era un lugar pensado por muchos como una opción de fin de semana. Hoy, gracias a las nuevas dinámicas laborales como el trabajo híbrido, así como la infraestructura que se desarrolla en la zona, la tecnología que avanza y las modificaciones de contexto y hábito, la zona ya tiene generaciones descendientes de migrantes en los últimos 30 años que son 100% de Pilar y no quieren mudarse, por lo que muchas familias locales invierten en terrenos y propiedades para que sus hijos puedan continuar su vida en la localidad.
Con un marcado desarrollo y crecimiento de lo que se conoce como Pilar Sur, a pocos kilómetros del centro de Pilar (se ubica en la zona comprendida desde la ruta 34 hacia el sur del partido, pasando por la ruta 28 y con límite en la ruta 25), se trata de una zona con origen más rural pero cada vez con más densidad poblacional, infraestructura y servicios. Su crecimiento no cesó con esa ola que se inició en 2019, sino que, muy lejos de ello, sostuvo e incrementó su cantidad de población, ajustando sus espacios para albergar a nuevos vecinos.
Con clubes y barrios ya existentes, la zona sigue en amplia expansión con la construcción de nuevos barrios cerrados, la mayoría de ellos totalmente vendidos. De hecho, en estas últimas semanas del año, se lanzaron dos grandes emprendimientos en la zona y se anunció la llegada de dos colegios: el Holy Cross y St. Catherine´s Moorlands. También en esta zona se encuentra el circuito de polo más grande del país y el predio de la Asociación Argentina de Polo, así como amplias ofertas gastronómicas y una gran cantidad de espacios comerciales en pleno crecimiento y desarrollo, sin perder un entorno natural y espacios rodeados de verde.
Como San Isidro, 10 años después
Casi siguiendo el camino de lo que era el partido de San Isidro hace aproximadamente 10 años, Pilar ya dejó de ser considerado un pueblo para empezar a ser una ciudad con todas las letras y con todo lo que esto implica: centros de salud, clínicas, escuelas, universidades, espacios comerciales y de entretenimiento, así como la cantidad de ofertas gastronómicas y de servicios.
De esta forma, Pilar se fue construyendo como una alternativa sólida, con menos densidad poblacional que una gran ciudad, pero con todos los servicios e infraestructura necesaria para vivir, trabajar y estudiar en el partido. Según el último censo, el INDEC informó que el partido actualmente cuenta con 395.072 habitantes, cifra que pone de manifiesto su gran crecimiento, 32,4% más que hace 10 años.
Además, hace poco tiempo el municipio de Pilar aprobó, junto a la subsecretaría de Territorio de la Provincia de Buenos Aires, un nuevo Código de Ordenamiento Territorial (COT) para el distrito. Entre muchos beneficios, el nuevo COT establece que el frente de la Panamericana será destinado a espacios comerciales o de servicios para seguir dando soluciones de fácil acceso a la comunidad.
Entre otras cosas, establece que en gran parte de Pilar Sur que los barrios cerrados pueden tener lotes desde los 700 metros cuadrados, antes en algunos casos el mínimo era de 2500, siendo esto una opción mucho más accesible para aquellos que quieren vivir en esta zona.
En concreto, ¿por qué Pilar Sur? Dentro de las principales opciones para vivir, la gente apuesta mucho por lotes en countries, barrios cerrados o bien por departamentos en venta que están en pozo a pagar, con amenities de nivel, con Salón de Usos Múltiples (SUM), pileta, espacio verde o de trabajo y coworkings.
Con centros comerciales y de salud, escuelas y universidades, clubes deportivos, canchas de polo y golf, más una amplia oferta gastronómica y cultural, Pilar se posiciona entre los preferidos de las familias que buscan tener acceso a todo lo necesario para vivir bien, pero lejos de la dinámica de las grandes ciudades. Con la posibilidad de tener todo en Pilar, sin necesidad de tener que movilizarse mucho. Además, la cercanía a la ciudad permite a quienes se muden no alejarse mucho de sus círculos familiares y amigos. Todo esto en un valor mucho más accesible que los barrios ubicados sobre la Panamericana por ahora.
Sin lugar a dudas, el trabajo híbrido y el ecommerce han ayudado en la decisión de la gente de mudarse y Pilar se transformó en una gran opción para los que desean vivir en contacto con la naturaleza, cerca del acceso a todos los servicios y lejos del ruido de Buenos Aires. Pilar se posiciona como el mix perfecto entre densidad poblacional baja pero tener los servicios necesarios y la infraestructura para estudiar y trabajar.
El autor es director de la desarrolladora Micelio.
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