Un grupo de senadores dialoguistas presentó un pedido para rechazar en sesión los decretos de Javier Milei

Un grupo heterogéneo de nueve senadores presentaron un pedido para que el Senado discuta en sesión especial el rechazo del DNU 70/23 y le sumaron, así, un poco más de presión a la vicepresidenta Victoria Villarruel, que desde hace más de un mes viene negándose a responder un pedido similar formulado por el kirchnerismo.

El pedido plantea un duro escenario, aunque no desconocido ni previsto, para Villarruel. Es que la suma de estos legisladores a los 33 integrantes de Unión por la Patria garantiza una mayoría más que cómoda para rechazar el DNU en el Senado. Eso sí, el instrumento no perdería validez ya que para derogar un decreto de necesidad y urgencia se necesita del rechazo de ambas cámaras legislativas.

La nota lleva la firma de los integrantes del bloque de peronistas díscolos Unidad Federal, de los provinciales de Misiones, Río Negro y Santa Cruz y del radical fueguino Pablo Blanco.

Sin embargo, a diferencia de los insistentes pedidos impulsados por Unión por la Patria, este grupo de legisladores no le pone fecha a su reclamo, sino que deja a consideración de la presidenta del Senado la definición del día y la hora de la convocatoria.

Según voceros legislativos cercanos a la presidencia de la Cámara alta, el grupo de senadores, o al menos una parte de ellos, ya le habían anticipado hace más de dos semanas a Villarruel que iban a plantear el tratamiento del DNU en el recinto del Senado.

Sin embargo, el grupo prefirió demorar su reclamo para no quedar apoyando al kirchnerismo, que desde fines de enero presentó tres pedidos de sesión especial con la intención de rechazar el DNU, el último de ellos para el pasado viernes. Villarruel ignoró cada una de las notas firmadas por los senadores peronistas.

Según los plazos establecidos en la ley que regula el tratamiento parlamentario de los decretos de necesidad y urgencia, el extenso DNU firmado por Milei en diciembre ya está en condiciones de ser discutido en el pleno de ambas cámaras, sin necesidad de tener un dictamen de comisión. A pesar de esto, la semana pasada, el oficialismo decidió constituir la Comisión de Trámite Legislativo, lo que fue calificado por el kirchnerismo como una maniobra para dilatar el rechazo del decreto 70/23 en el recinto del Senado.

Además del radical Blanco, firmaron la nota los peronistas díscolos Carlos Espínola (Corrientes), Edgardo Kueider (Entre Ríos) y Alejandra Vigo (Córdoba), miembros del bloque Unidad Federal. A ellos se suman los misioneros del Frente Renovador de la Concordia, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut; los patagónicos José María Carambia y Natalia Gadano (Por Santa Cruz) y Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro).

Todos han anticipado, en reuniones reservadas o a través de los gobernadores de sus distritos que están en contra del DNU 70/23, sólo que priorizaron la convivencia con Villarruel en el Senado, razón por la cual dilataron hasta ahora la presentación del pedido de sesión especial para derogarlo

Esta información siempre estuvo sobre la mesa de arena política de la vicepresidenta, en la que saben que el DNU será rechazado, al menos por el Senado, más temprano que tarde. Por lo tanto, Villarruel se ha dedicado en las últimas semanas a administrar los tiempos para que la demolición del decreto sea calculada y no por sorpresa.

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