Juras en el Senado: la llegada de Cristina, la ausencia de González y el regreso de Menem

Miradas fulminantes, silencios incómodos y tibios y controlados aplausos y manifestaciones desde unos palcos celosamente controlados para evitar cualquier tipo de desborde marcaron a fuego el regreso de Cristina Kirchner a un Senado que a partir de diciembre se convertirá en escenario privilegiado de la interna peronista.

Ayer, juraron 23 de los senadores elegidos en octubre último por las ocho provincias que renuevan este año su representación en la Cámara alta. Sólo faltó a la cita la macrista Gladys González, compañera de lista de Esteban Bullrich en la puja por la provincia de Buenos Aires, de viaje en una misión comercial por China.

Convocada para las 10.30, la ceremonia comenzó con 20 minutos de atraso y directamente con el plato fuerte de la jornada: la jura de los senadores por Buenos Aires.

Bullrich, acompañado por varios familiares. Cristina Kirchner, en soledad, con la única compañía del atril sobre el que reposaba la Biblia ante la que la ex presidenta juró "sobre estos Santos Evangelios".

La imagen fue opuesta a la postal que dejó su última jura como senadora, en 2005. En aquella oportunidad, los palcos bullían de fervor kirchnerista. Ayer, apenas unos pocos osados se animaron a gritar "¡vamos, Cristina!" y "grande, jefa!" en tono moderado, por temor a ser desalojados de los palcos.

Doce años después, el destino y la política argentina quisieron que Carlos Menem y Cristina Kirchner volvieran a jurar sus bancas en una misma ceremonia. Al contrario de lo que se podía esperar, el riojano también fue vivado desde los palcos. Fue una sola persona, que interrumpió el silencio para mostrar su devoción por Menem. "¡Grande, jefe querido, ídolo, ídolo!", alzó su voz el hombre.

El más aclamado fue Adolfo Rodríguez Saá , que ayer juró su tercer mandato consecutivo en la Cámara alta como senador por San Luis. Un dato llamativo: entre las personas que lo acompañaron a la hora de pasar al frente se encontraba Matilde, su histórica secretaria.

Si bien la ceremonia se desarrolló en un clima pacífico, hubo momentos de tensión, producto de los duelos políticos que tienen a varios senadores como protagonistas.

Así, el puntano Claudio Poggi juró su banca enfrentado al gobernador provincial, Alberto Rodríguez Saá, y su principal rival político. Nobleza obliga, luego de que dio el "sí, juro" el mandatario aplaudió a su opositor.

Además del puntano, también participaron los gobernadores peronistas de La Rioja, Sergio Casas, y de San Juan, Sergio Uñac, que concurrió a ver la jura como senador de su hermano, Rubén.

En la sesión especial de ayer juraron los senadores de las provincias de Buenos Aires, La Rioja, Santa Cruz, San Juan, Jujuy, Misiones, Formosa y San Luis.

Tras este recambio, que se materializará el 10 de diciembre, Cambiemos verá incrementada su representación en el Senado. Su interbloque pasará a tener 25 legisladores, una avance importante pero todavía lejos del quórum propio de 37 senadores presentes que le permitiría habilitar las sesiones sin ayuda de la oposición.

Historias desde el recinto

Selfies por los pasillos de la Cámara alta

Resguardada por agentes de seguridad, Cristina aceptó tomarse selfies con un grupo de empleadas del Senado que le manifestaron su adhesión a los gritos. Ella se dejó abrazar, sonriente. Sin excepción, su paso por los pasillos del Senado causó revuelo. Minutos después, atravesó el mismo camino la vicepresidenta, Gabriela Michetti. Llevaba un semblante opuesto y evitó responder preguntas a los periodistas

Risas y susurros entre Cristina y Rodríguez Saá

La ex mandataria compartió susurros con el senador por San Luis Adolfo Rodríguez Saá durante la mayor parte del acto: cuando el resto de los presentes en la sala estaban en silencio escuchando a la vicepresidenta, cuando juraban otros senadores e incluso cuando se entonó el himno nacional. En ocasiones, "el Adolfo" y Cristina rieron, aunque con disimulo, tapándose la boca con las manos.