Cruces y tensión en la conformación de la comisión del Congreso que deberá controlar los decretos de Milei
El oficialista Juan Carlos Pagotto fue elegido presidente; el kirchnerismo impugnó la reunión con el argumento de que Martín Menem no respetó la proporcionalidad en la integración de la bicameral
El oficialismo se llevó hoy lo que había ido a buscar y el controvertido Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23 de desregulación de la economía recién comenzará a discutirse en el Congreso la semana próxima. Eso fue lo que decidió la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo luego de dos horas de discusión en las que sólo se avanzó con la elección como presidente del senador libertario Juan Carlos Pagotto (La Rioja) y la promesa de volver a reunirse el jueves de la semana próxima.
La reunión duró poco más de dos dos horas de un debate que arrancó convulsionado por la decisión del kirchnerismo de impugnar la integración de la Comisión y acusar al presidente de la Cámara baja, Martín Menem, de “violar la voluntad popular” por haber designado un diputado menos de los que Unión por la Patria considera que les corresponde.
No fue el único argumento al que apeló la principal bancada de oposición. En un desfile de discursos en el que se repetían los mismos argumentos una y otra vez, los legisladores kirchneristas calificaron la decisión de constituir la bicameral como una maniobra dilatoria del oficialismo en complicidad con los bloques dialoguistas. En ese sentido, Unión por la Patria sostuvo que ya están vencidos todos los plazos para discutir el decreto de Milei en la comisión y volvió a la carga con su intención de rechazarlo en el recinto de ambas Cámaras parlamentarias. La misma postura sostuvieron los diputados de la izquierda trotskista.
En una acción coordinada por los jefes de bloque de cambas cámaras, José Mayans (Senado) y Germán Martínez (Diputados), los legisladores kirchneristas comenzaron con sus cuestionamientos incluso antes de que se pudieran votar las autoridades. La comisión llevaba más de dos años sin actividad por decisión de la exvicepresidenta Cristina Kirchner.
La estrategia de empantanar el debate que aplicó Unión por la Patria quedó clara desde el inicio mismo de la reunión, cuando la diputada Carolina Gaillard (Entre Ríos) se paró y, a los gritos y fuera de micrófono, comenzó a impugnar la validez del encuentro. En ese momento, el senador pro oficialista Juan Carlos Romero (Salta-Cambio Federal), había pedido la palabra para proponer los candidatos a conducir la comisión.
Cuando le dieron la palabra, Gaillard denunció “la demora de 74 días en constituir la comisión” y “el no respeto de la proporcionalidad de representantes en la Cámara de Diputados” por la decisión de Menem de nombrar a tres legisladores y no los cuatro reclamados por Unión por la Patria.
“Se esta violando la Constitución por no haberla constituido (a la comisión) a tiempo y la voluntad popular al no respetar la proporcionalidad. Hacemos reserva por escrito”, manifestó a los gritos Gaillard mientras dejaba una nota con la posición de su sector sobre la mesa de reunión. La diputada entrerriana es la misma que presidió el proceso de juicio político contra los jueces de la Corte Suprema que impulsó el kirchnerismo durante gran parte del año pasado.
Los siguieron, repitiendo las mismas imputaciones y con similares argumentos, la senadora Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), y los diputados Ramiro Gutiérrez y Vanesa Siley. A pesar de no integrar la comisión, también hablaron los jefes de bloque de ambas cámaras, Mayans y Martínez.
La Comisión Bicameral de Trámite Legislativo está integrada por 16 miembros, ocho por cada cámara, y según la ley que reglamentó el control de los decretos de necesidad y urgencia tiene un plazo de 10 días hábiles para tratar un DNU desde el momento en que es comunicado por el Poder Ejecutivo al Congreso.
En el caso del decreto 70/23 ese período de tiempo concluyó el 19 de enero último. Una vez superado ese umbral, tanto la legislación reglamentaria como la Constitución Nacional habilitan el debate en los recintos de ambas cámaras parlamentarias sin necesidad de un dictamen de la bicameral.
Reuniones obligatorias
En medio de las insistentes quejas kirchneristas el diputado Nicolás Massot, represente en la comisión del bloque Hacemos Coalición Federal, reclamó recuperar el funcionamiento de la bicameral en vista de la amenaza de Milei de gobernar por DNU después de enojarse con el Congreso por el fracaso del denominado proyecto de ley ómnibus.
Tras recordar que “todos los presidentes han desnaturalizado el uso” de los decretos de necesidad y urgencia, hizo hincapié en que ahora “no estamos en una situación comparable con el pasado”. “Tenemos un Presidente que, deliberadamente, está trazando una estrategia en donde esto no va a ser la excepción sino que va a ser la norma”, alertó. Por esta razón, Massot reclamó fijar reuniones obligatorias y periódicas de la bicameral y, con la vista en el futuro, pidió modificar la ley de trámite legislativo.
“El objetivo del kirchnerismo es que esta comisión no exista. El hecho de que se elijan autoridades y se vote nada impide que sigamos debatiendo”, salió al cruce el senador Romero. Hasta ese momento, ningún libertario había replicado los cuestionamientos de Unión por la Patria. “El kirchnerismo nos narra una época feliz, idílica. y la última vez que funcionó esta comisión fue el 26 de junio del año 22 y hay 127 decretos que nunca se trataron”, completó el salteño.
Cuando el reloj se acercaba a las dos horas de discusión y el debate empezaba a perder fuerza y sentido, el kirchnerismo decidió dejar que la comisión designara a su presidente. El senador Pagotto fue elegido por todos los miembros de la comisión con excepción de los seis representantes de Unión por la Patria.
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