Crisis en Capital Humano: nueve salidas en tres meses en un superministerio cruzado por las internas

La superestructura del ministerio de Capital Humano comienza a ser un problema para Sandra Pettovello. Ya se fueron nueve funcionarios en menos de tres meses y algunas de esas salidas expusieron la pelea interna que la ministra mantiene con Nicolás Posse, el jefe de Gabinete de Javier Milei que gana cada vez más poder e influencia en el rompecabezas de la administración libertaria. Los cortocircuitos volvieron hoy a quedar al descubierto tras el desplazamiento de Omar Yasin de la Secretaría de Trabajo, a quien el Presidente responsabilizó sin argumentos del escándalo por la suba del 48% de su sueldo en tiempos de ajuste.

El “error” al que aludió Milei se dio en un decreto que lleva la firma de Pettovello. De la negociación con los gremios estatales, de donde surgió el porcentaje de aumento después aplicado al Poder Ejecutivo, participaron con el rol de empleadores Armando Guibert, en representación de la Jefatura de Gabinete, y Carlos Guberman, por el Ministerio de Economía. Es decir, Posse y Luis Caputo validaron también el incremento en los salarios de la administración pública. En la negociación, la Secretaría de Trabajo es la autoridad de aplicación del acuerdo, que se oficializó por una normativa que no lleva la firma de Yasin.

Yasin, que llegó al despacho de Alem 650 de la mano de Jorge Triaca, se enteró de su salida anoche por un llamado telefónico de Maximiliano Keczelli, secretario de Coordinación Legal y Administrativa de Capital Humano. Se sorprendió y el primer razonamiento que hizo entre sus asesores de confianza fue sospechar que con su desplazamiento se cubría “un error” de la Jefatura de Gabinete. Lo cierto es que Yasin era visto con desconfianza mucho antes de conocerse la polémica por el aumento de sueldo al Presidente y los ministros. “Había versiones desde antes que lo querían echar”, dijo uno de los sindicalistas que más lo frecuentó durante sus efímeros 90 días en la cartera laboral. Yasin sabía que estaba en la cuerda floja. Por eso, siempre antes de homologar alguna paritaria, levantaba el teléfono y buscaba la aprobación de Posse y Caputo. Se va con una decena de acuerdos sin homologar que se apilan en su despacho, según publicó hoy Ámbito Financiero.

Si bien es la órbita de Pettovello, la ministra nunca se metió de lleno con las negociaciones salariales. Todavía quedó marcada por su frustrado intento de sellar un acuerdo con el histórico jefe mercantil Armando Cavalieri para avanzar en un fondo de cese laboral con el Sindicato de Empleados de Comercio. Ese encuentro con Cavalieri, un referente de la casta sindical que está al frente del gremio desde 1986, le costó la cabeza a Horacio Pitrau, el entonces número dos de Yasin y uno de los que ofició de nexo con los sindicatos. Sin Yasin y Pitrau, el organismo laboral quedará por ahora en manos de Mariana Hortal Sueldo, un abogada que también está ligada al macrista Triaca y que se desempeña en la subsecretaría de Relaciones Laborales.

Pettovello tiene una relación de extrema confianza con el Presidente. De hecho, ante cada problema suele recurrir directamente a él, según contaron dos fuentes que la vieron en acción en la administración pública. La ministra es reacia a las entrevistas y no respondió a las consultas de LA NACION. El superministerio del que está a cargo incluye -además de Trabajo- Educación, Desarrollo Social y Cultura. En todos los sectores hubo conflictos.

De Niñez y Familia, exDesarrollo Social, se fueron cuatro funcionarios tras la eliminación de los planes Potenciar Trabajo y la decisión oficial de frenar el reparto de alimentos a los comedores comunitarios. La secretaría está a cargo de Pablo de la Torre, quien lamentó las salidas en su equipo porque los desplazados habían llegado con su aval. Uno de ellos es Rodrigo Aybar, exsubsecretario de Economía Social que gestionaba los Potenciar Trabajo. Otro caso que dejó en evidencia las tensiones fue el de Pablo Rodrigué, que estaba a cargo de la distribución de los alimentos a los comedores de las organizaciones sociales.

En Educación, Carlos Torrendell tuvo que soportar las presiones del Ministerio de Economía cuando le tocó reunirse con los gremios docentes de alcance nacional por la paritaria y el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), según reconstruyó LA NACION a partir de fuentes que participaron de esa negociación. Torrendell defendió la convocatoria a los gremios amparándose en la ley al margen de la decisión presidencial de recortar la ayuda nacional que cubre entre el 10% y 15% de los salarios de los docentes en el país.

En Cultura también hubo decisiones polémicas y desprolijas, que evidencian la inexperiencia en la administración pública. El secretario del área, Leonardo Cifelli, “desnombró” por redes sociales al escritor y cineasta Javier Torre como presidente del Fondo Nacional de las Artes (FNA) una semana después de haberlo designado. La determinación se dio después de que Torre, en una entrevista con el diario Clarín, manifestara su sorpresa por los artículos de la “ley ómnibus” enviada al Congreso en los que el Gobierno proponía el cierre de la institución que él presidía. Este episodio también agrietó la relación con Posse, con quien la ministra comenzó a dar señales de tregua después de alguna discusión por la demora en la designación de Osvaldo Giordano al frente de la Anses.

Cuando Pettovello puso en marcha su gestión eligió a Fabián Perechodnik como jefe de gabinete de Capital Humano. Buscaba una suerte de articulador entre ella y las cuatro secretarías. Perechodnik, actual legislador bonaerense de Pro, duró apenas una semana. Su paso fue tan fugaz que ni siquiera alcanzó a ser nombrado en el Boletín Oficial.

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