Una imagen de Cristo para la polémica
Cada siglo dibuja a su propio Jesús de Nazaret, y en cien años hemos conocido al Nazareno de la mirada empalagosa de las estampitas de nuestras abuelas, al Jesús hippie, al Cristo revolucionario y al joven buena onda de las últimas versiones cinematográficas. La Arquidiócesis de Sevilla acaba de hacer su aporte a esta lista: el Cristo de su afiche de Semana Santa es la fotografía de un joven metrosexual, andrógino y casi desnudo.
La polémica está servida. Algunos calificaron a esta imagen de “ofensiva” y “demasiado sexualizada” para Semana Santa. Sus defensores aducen que se trata de un Cristo bellamente neoplatónico, como aquellos del Renacimiento que tenían más de Apolo que de Mesías.
A diferencia de los Cristos sangrantes de la tradición sevillana aquí se trata de un sujeto sonriente a lo Instagram que cuestiona la noción de masculinidad. Qué cosa maravillosa esta capacidad de un lejano campesino del Imperio Romano de reflejar y de cuestionar cada época de la historia. ß
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“No es sorprendente que algunos estén molestos con esta imagen de España”, explica Alicia Batten, profesora canadiense de estudios religiosos. “La imagen aparentemente desafía el ideal de algunos pueblos de quién debería ser Cristo y, de hecho, su noción de lo que significa ser un hombre”. ß