Paco
Paco desconoce que se inicia el juicio oral que intentará hacer justicia con la persona que más quería en el mundo, y que ya no está entre nosotros.
Alejandro Cohn tenía 35 años cuando entró al Hospital Central de San Isidro por sus propios medios con una leve descompensación y a las pocas horas salió clínicamente muerto, hacia otro nosocomio, por pedido de sus familiares directos que vieron con desesperación la grosera mala praxis ejercida en la primera internación que derivó en un fallecimiento inesperado y una historia clínica plagada de anomalías.
Carlos De Elía compuso el conmovedor documental Hermanos, una historia de sangre, que cuenta todo ese vía crucis que sus responsables no asumieron y trataron de tapar de mil formas. El hermano de Alejandro es el conocido cineasta Mariano Cohn, que busca afanosamente la verdad desde que sucedieron los hechos, en 2015, y que vio el documental por primera vez sin parar de llorar en vuelo hacia Buenos Aires el sábado pasado.
Los dueños suelen sobrevivir a sus perros. No es el caso de Paco, que vivía con Alejandro y que cuida una de sus amigas. Está más viejito, pero recibe con afecto a los Cohn cuando lo visitan. Algo intuye.