La rama fascista de los hobbits
¿Un Frodo de ultraderecha? La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, inauguró en Roma una exposición dedicada a J. R. R. Tolkien y declaró que para ella El Señor de los Anillos es “un libro sagrado”.
En esta última década Tolkien –un inglés conservador, contrario a Hitler y a Mussolini– fue leído con fervor por los filofascistas del partido Fratelli d’Italia, que es el partido al que pertenece Meloni. “Ven la situación actual como un conflicto entre Occidente y el resto”, explica Reinaldo José Lopes, investigador de la obra del autor de El hobbit. “Y este resto estaría bajo el control de una potencia maligna, de un enemigo imperial”.
Para sus lectores de extrema derecha, Europa es una Tierra Media invadida por los orcos de la inmigración extranjera. Leen allí una metáfora de la lucha del individuo contra la globalización. Pero así es como ven los fascistas a la vida: como un nosotros o ellos, como una batalla constante contra un invasor, real o ilusorio.ß
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Tolkien imaginó a sus hobbits como símbolos del inglés medio, amante de la buena vida, pero capaz de salir a luchar contra el mal cuando es necesario. Antes de su apropiación por la derecha, los hobbits fueron adoptados por la cultura hippie y más tarde pasaron a ser patrimonio de nerds fanáticos de los juegos de rol.ß