La construcción de la autenticidad
En el año de las fake news y la IA. En el año en el que la línea entre lo verdadero y lo falso se tornó cada vez más borrosa. En el año en que pensábamos “¿esto está pasando de verdad?” al ver las noticias. En el año, en fin, de la irrealidad cotidiana, la palabra elegida por el diccionario anglosajón Merriam-Webster es “auténtico”.
La búsqueda de la palabra “auténtico” creció notablemente durante 2023 con la proliferación de mensajes falsos y la aparición de una IA capaz de falsificar imágenes. “Lo auténtico se ha convertido en el estándar de oro para generar confianza e, irónicamente, la autenticidad se ha convertido en una actuación”, explica Peter Sokolowski, editor del diccionario.
¿Qué es la autenticidad?, preguntan a Google miles de sujetos. En un mundo de máscaras, la autenticidad se convierte en una exigencia. Mientras tanto nosotros, hijos de este siglo, adornamos la máscara de nuestra autenticidad y juramos que –detrás de ella– tenemos un rostro que lleva sus mismos rasgos.ß
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La palabra “auténtico” (“consecuente consigo mismo, que se muestra tal y como es”) se impuso a otros términos como el anglosajón “rizz”, encanto o atractivo, o “deepfake”, una imagen o grabación alterada o manipulada para hacer creer que alguien hizo o dijo algo.ß