Insaurralde, el Lázaro Báez bonaerense

Martín Insaurralde y Cristina establecieron una relación simbiótica a través de Máximo. A medida que la vicepresidenta y el jefe de La Cámpora se conurbanizaron, el intendente de Lomas de Zamora se asimiló al kirchnerismo. Una metamorfosis expresada con nitidez por la compra de empresas que se le atribuye para garantizarse una continuidad de poder. La designación del intendente de Lomas de Zamora como jefe de Gabinete que Cristina le impuso a Axel Kicillof, fue la cumbre en la que esa transformación recíproca se convirtió en una sociedad que incluyó la llegada previa de Máximo a la presidencia del PJ bonaerense.

Jessica Cirio fue, al menos, testigo de esa transición. De los supuestos beneficios que cualquier intendente del conurbano podría obtener de proveedores y contratistas a la supuesta adquisición de empresas dedicadas a la mantención de alumbrado público, colocación de pavimentos y construcción de obras públicas. Pero también encargadas de fastuosos emprendimientos inmobiliarios en Lomas de Zamora. Almirante Brown y San Vicente encabezan la lista de municipios que tuvieron por destino la exportación de algunos de esos servicios.

A Cirio no le resultará fácil tomar distancia. Presionó a Insaurralde para que Florencia Stamato salga de su gobierno. La hábil y solvente abogada que fue su pareja antes de formalizar la sociedad conyugal con su ahora exesposa. Stamato habría calibrado el grado de opacidad de la contratación de personal desde el área de Recursos Humanos que recién pagó salarios a través del Bapro en el gobierno de María Eugenia Vidal. Pero absorbió además el área de Compras, la licitación de obras y la entrega de planes sociales. Un intendente virtual en ausencia del titular.

Cirio le habría exigido a Insaurralde no volver a cruzarla ni siquiera en los ascensores del Palacio Municipal. Lugar que debió frecuentar mientras estuvo en cartel Un cuento alborotado. Casi un presagio, la obra de teatro infantil que protagonizó fue financiada por el municipio y exhibida en el teatro que tiene a pocos metros de la oficina asignada al intendente.

Fue necesario obligar a los alumnos de escuelas primarias a verla al menos tres veces por curso para cubrir sus localidades y justificar que se mantenga en cartel. El esfuerzo incluyó representarla en Hurlingham con Juan Zabaleta de inusual maestro de ceremonias sobre el escenario. El intendente la recibió como “embajadora de la cultura”.

Stamato quedó inmiscuida en el primer rumor de discordia entre Cirio e Insaurralde en 2018. Ese año fue designada auditora del Tribunal de Cuentas bonaerense y abandonó el Polo Vial de Lomas de Zamora que concentra al Tribunal de Faltas, la dirección de Transporte y la de Tránsito. Equivale al manejo de la calle y todo lo que circula y ocurre en ella.

La versión de la compra hostil a Codere de los bingos en el conurbano intentada por Cristóbal López y Federico Achával hubiese fortalecido la alianza de los Kirchner con Insaurralde si fuese cierto que el exjefe de Gabinete intervino en ella. Esa posibilidad hizo que Kicillof y Sergio Massa sientan intimidada su supervivencia política. Una reacción similar a la de los empresarios del juego. Ese instinto los mantiene unidos por ahora.

Kicillof hizo desviar de Lomas de Zamora la caravana que lideró desde Berisso a La Matanza el pasado fin de semana. Ese distrito es motivo de debates candentes. Patricia Bullrich y Néstor Grindetti todavía no se ponen de acuerdo sobre si será el lugar elegido para cerrar la campaña. La presencia de Guillermo Viñuales en la comitiva de Juntos para el segundo debate presidencial adelantó la intención de Bullrich. Viñuales es su candidato a intendente. La influencia de Grindetti habría frenado el ataque de Bullrich a Insaurralde en el primer debate.

Los rumores del aparente vínculo subterráneo entre Insaurralde y Grindetti derivan en otra discusión. Si es posible ganar en la provincia de Buenos Aires sin probar a hacerlo en Lomas de Zamora, la mayor concentración de electores después de La Matanza. Kicillof no es ajeno a esa especulación. En su entorno comienzan a preguntarse cuál es el resultado que lo beneficiaría. Sobre todo porque Martín Choren habría confeccionado la lista de La Libertad Avanza. Choren es jefe de Gabinete municipal.

Si Kicillof es reelecto e Insaurralde píerde, podría desplazar a su delfín, Omar Galdurralde, de la presidencia de la Lotería. Pero también a Omar Silva y Carlos Gallo. Dos gracias concedidas por Insaurralde a López y a Achával con la anuencia del gobernador. Silva tiene a cargo el área de Explotación y Juegos. Pero se ocuparía de comprar y vender licencias para agencias de apuestas. Gallo es secretario Ejecutivo y tiene debilidad por los cruceros. Una sutil diferencia con Insaurralde.

Esa purga entrañaría el riesgo de liberar el paso a Massa en Lotería a través de María Laura “Lali” García, su vicepresidente y aguerrida titular del sindicato de empleados de inmobiliarias en Tordillo, un partido de tres mil habitantes. Cerca de Insaurralde comienzan a tejerse este tipo de especulaciones. Sobre todo por la red solidaria que Massa le tendería al intendente para auxiliarlo con las denuncias por enriquecimiento ilícito en la Justicia Federal a través de Raúl “El cabezón” Pérez y Juan Ignacio Mahiques.

Junto a su padre y camarista Carlos “Coco” Mahiques, el fiscal general porteño acumula experiencia en tours aventurados. Fueron parte del controvertido vuelo a Lago Escondido con directivos del grupo Clarín que derivó en la renuncia de Marcelo D’Alessandro al ministerio de Seguridad. Los Mahiques integran la “familia judicial” y son uno de los nexos entre Massa y Horacio Rodríguez Larreta. Massa cobijaría el temor a ser sindicado como el responsable final de las fotos que provocaron la caída de Insaurralde. Pero también en el caso de Julio “Chocolate” Rigau.

Las sala 2 del Tribunal de Casación Penal dispuso la reapertura de la causa donde se lo investiga por las 48 tarjetas de débito en su poder y dejó sin efecto la suspensión de la pericia a su celular a la que había accedido el juez de Garantías N° 1 de La Plata, Guillermo Atencio, a pedido de Pedro Gascón. El cotizado abogado defensor de Rigau. La presión social en este caso parece haber superado la capacidad de maniobra política que Massa podría tener sobre María Florencia Budiño y Fernando “Pipi” Mancini, jueces de esa sala.

Lo que relativiza el éxito de “la familia judicial” de La Plata en demorar la opinión sobre la causa de María Laura Di Gregorio, fiscal general de ese alto Tribunal. Di Gregorio que lidiar con la resistencia de su adjunta, Daniela Bersi, de turno cuando se pidió reabrir el caso. Bersi reclamó la competencia para intervenir y demoró lo que pudo en girarla a Di Gregorio. Las dos compiten por cubrir la vacante de fiscal general de Casación que cubre Di Gregorio en forma interina.

Di Gregorio obtuvo la máxima calificación, diez, en todos los exámenes. Pero quedó segunda en el orden de mérito porque Berzi la superó en el rubro de antecedentes. Una innovación del Consejo de la Magistratura en los concursos introducida durante la presidencia de Sergio Torres, atento a los pedidos que le formularon el ministro de Justicia, Julio Alak, y Lisandro Pellegrini, subsecretario de política criminal y su representante en ese organismo.

Torres es el titular de la Corte bonaerense. Aunque proviene del fuero federal no halló problemas para ensamblarse con su nueva”la familia judicial.” ¿Sabrá Torres cómo regresó Matías García a Aguas Bonaerenses? Había sido el segundo de Guillermo Scarcella en el gobierno de Daniel Scioli. Scarcella integraría los equipos judiciales de Javier Milei, exasesor económico de Scioli.

A García se lo sindica como adscripto a la exSIDE. La antigua terminal del espionaje oficial. Un universo que Torres no desconocería. La fiscal Berzi tendría entre sus empleados a la esposa de Juan Benavides, miembro de la sala 3 de la Cámara de Garantías de La Plata. El autor del voto que acompañó Alejandro Villordo para dejar en libertad a Chocolate Rigau y anular la causa en su contra.

Insaurralde replicaría el modelo de Lázaro Báez, el aparente empleado gris del Banco de Santa Cruz que contribuyó a forjar la fortuna de los Kirchner. A su hijo y homónimo, Martín “Tin” Insaurralde, se le atribuye la propiedad de Joma, la proveedora de artículos electrónicos controlada por dos menores de 30 años que conoció en los barrios cerrados de Canning y cuya especialidad es la provisión de luces led a municipios por el sistema leasing del Bapro.

Quienes conocen a Báez aseguran visitarlo en “Area 60″, el exclusivo condominio ubicado en el kilómetro 64 de la ruta 2 en La Plata. Uno de sus perros tiene de collar la tobillera electrónica que debería portar obligatoriamente para justificar su prisión domiciliaria. Un predio contiguo a su propiedad habría sido adaptado como helipuerto. Es probable que si Kicillof no sabía del viaje a Marbella dé Insaurralde tampoco esté enterado que Báez es su vecino.