Patrullaba la playa junto a su perro cuando un imprevisto desató la urgencia: “Tres nenas estaban en peligro y nos faltaba un flotador”

Jimena Barrionuevo

PARA LA NACION

Era una tarde tranquila de verano en una playa de la costa argentina. Promediaban los últimos días de la temporada 2023, los turistas todavía disfrutaban de las últimas jornadas cerca del mar. Algunos más cerca de la costa, otros más alejados. Todo transcurría con normalidad hasta que Florencia Tesone y su perro Tyrone se encontraron frente a una situación crítica. Cumplían con su rutina habitual de guardia en la playa cuando una tarea tranquila se transformó en una urgencia.

“De un momento a otros vimos cómo se formaba un chupón. Este fenómeno, originado por la ruptura en el banco de arena, es una situación peligrosa que surge cuando se rompe una parte del banco de arena y aparece un canal por el cual el agua del mar fluye con fuerza hacia adentro. También es conocida como de retorno, forma corrientes fuertes y sutiles, engañosas y difíciles de detectar que representan un riesgo para los veraneantes”, explica Florencia Tesone, guardavidas y adiestradora de la Universidad de Buenos Aires, profesora del curso de rescate y salvamento acuático de la Asociación Rescate Acuático Asistido con Canes (ARCAR) que trabaja junto a su perro Tyrone.

“Tres niñas necesitaban ayuda y nos faltaba un torpedo”

Ante ese escenario, la experiencia de Tesone como guardavidas y el entrenamiento que lleva Tyrone se volvió fundamental: tres niñas habían sido succionadas por el chupón. De inmediato se activó la alerta para el equipo de rescate que, desde luego, incluía al labrador de 5 años con su chaleco salvavidas. Todo se organizó en cuestión de segundos e implicó un despliegue rápido de torpedos y otros dispositivos de flotación para garantizar la seguridad de las niñas atrapadas en la corriente. “Sin embargo, se nos presentó un enorme desafío cuando advertimos que las niñas que necesitaban ayuda eran tres y a nosotros nos faltaba un torpedo”.

Florencia y Tyrone viven juntos desde que el perro era cachorro. Llegó a ella a través de un amigo y se convirtieron en almas gemelas. Siempre atenta a las necesidades de su animal, a temprana edad vio que el perro tenía las condiciones necesarias para convertirse en rescatista. Una de ellas fue la de no temerle al agua y zambullirse en cuanta piscina, lago o río se le cruzase. Resistencia, obediencia, buena potencia de salto y la fuerza suficiente para mover a una persona, son algunos de los requisitos que convierten a un animal en candidato para una tarea de este tipo.

Un chaleco con manijas que salva vidas

Para ser rescatista durante los meses de verano, Tyrone entrena todo el año. Entre sus habilidades más destacadas tiene la capacidad de actuar como remolcador, ya que gracias a su chaleco con manijas, puede servir de agarre y sostén para una persona en peligro. Además, se entrena para responder a comandos específicos, como “orilla”, al escuchar esta palabra automáticamente comenzará a traer a la persona a la orilla. Aparte de las habilidades individuales, se hace foco en que pueda acatar las órdenes para trabajar en conjunto con otros guardavidas y permitir un rescate más eficiente y seguro.

Tyrone comienza su día con un entrenamiento de ejercicios de resistencia y físicos que tienen como objetivo mejorar sus habilidades de rescate. Después disfruta de momentos de descanso y juegos. Durante las horas pico en la playa, Tyrone patrulla la costa, alerta ante cualquier peligro.

“Tyrone dio calma a las niñas y fue clave en el rescate”

Por eso, ante la situación crítica de las niñas en peligro y la falta de un elemento de flotación, Tyrone fue clave al momento de intervenir. “Siguiendo mis indicaciones, se acercó estratégicamente y ofreció su chaleco como el tercer elemento de flotación. Una de las niñas, visiblemente nerviosa, se agarró a Tyrone, permitiéndonos iniciar el remolque hacia la orilla. Fue hermoso observar cómo la presencia de Tyrone dio calma e hizo una diferencia en el estado de ánimo de las chicas: cuando vieron que vino un perro a ayudarlas les cambió la cara y fue todo mucho más tranquilo”.

La coordinación entre Tyrone y Florencia durante el rescate demostró la importancia de la colaboración entre humanos y perros rescatistas. “Más allá de su entrenamiento técnico, la conexión emocional entre Tyrone y la niña fue fundamental para que se desarrolle todo de manera armónica”.

“Me enseña sobre lealtad y valentía”

Fuera de su trabajo, Tyrove vive como cualquier perro que es amado. “Lo incluyo en todas las actividades de mi vida, trato de llevarlo a todos lados a donde voy, compartimos todo. Es un miembro más de la familia, somos muy unidos, muy compañeros y tenemos un vínculo muy fuerte. Tyrone tiene mucho que enseñarme sobre lealtad y valentía. Su capacidad para responder con compromiso a situaciones de rescate y su lealtad constante son lecciones diarias. Además, la alegría y el disfrute que muestra en cada actividad cotidiana me recuerdan la importancia de encontrar felicidad en las pequeñas cosas”.

Tesone asegura que lo que más disfruto de estar con Tyrone es poder compartir momentos juntos. “La conexión única que compartimos, la confianza y el vínculo especial que construimos a lo largo de los años lo convierten para mi en un compañero ideal. Tyrone tiene la capacidad para entender y responder a las situaciones con un compromiso que hace que sea un placer compartir el día a día”

El equipo vive en el barrio de Caballito en la ciudad de Buenos Aires y entrena todo el año en Pilar para poder llegar bien preparados a los meses de calor y estar listos para cualquier urgencia que surja en el mar. Durante la temporada de verano patrullan playas en Mar de Ajó Norte, en Playa Yes de Mar del Plata y Playa Cartoon de Eukanuba ubicada en Pinamar. Estos paradores están preparados para recibir a las familias con sus compañeros de cuatro patas y vivir una experiencia única. Estos espacios cuentan con servicios especializados como adiestradores caninos, regadores para proteger a los perros del calor, un área destinada para sus necesidades y carpas pequeñas exclusivas que ofrecen sombra durante todo el día.

Perros en la playa

A la hora de ir al mar, ARCAR y los veterinarios especialistas de Eukanuba, sugieren tener en cuenta los siguientes aspectos.

• Arena y patas. Dada la sensibilidad de las almohadillas plantales al calor, conviene evitar los paseos en las horas más calurosas del día y optar por mañanas temprana o tardes. También hay que buscar áreas sombreadas para proteger sus patas del ardiente calor de la arena. Previo a cada primer paso en la arena, es útil comprobar la temperatura del suelo mediante con los propios pies.
• Meterse el mar. La introducción gradual al agua es esencial para acostumbrar al animal. Utilizar premios y refuerzos positivos para crear asociaciones agradables con el entorno acuático es clave. También es fundamental supervisar de cerca para garantizar su seguridad y comodidad en el agua.

• Ingerir el agua de mar. No hay que dejar que el perro beba agua del mar ya que es salada, por lo que puede hacerle daño. Es cierto que al nadar pueden ingerir agua, por eso es necesario tener cuidado sobre todo si lleva un juguete en la boca. Es recomendable tener siempre un recipiente con agua potable cerca para que puedan beber cuando quieran y así calmar su sed. Si ingiere una cantidad excesiva de agua de mar o bien come mucha arena, hay que vigilarlo porque podría vomitar o presentar heces anormales.
• Cuidado con el calor. Es recomendable aplicar protector solar para mascotas, media hora antes de la exposición solar. Dado que los perros no sudan, sino que regulan su temperatura a través del jadeo, es esencial tener especial cuidado con las razas de hocico corto que son más vulnerables a golpes de calor. Los veterinarios sugieren mantenerlos hidratados y estar atentos a signos como jadeo excesivo, letargo y latidos cardíacos rápidos.

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