Terror en lo profundo: se encontraron cara a cara con un tiburón blanco pero la verdad era otra

Los hallazgos más terroríficos se pueden dar en el fondo del mar. Y pueden ser aún más escalofriantes si son cara a cara en aguas profundas. Esta semana se viralizó una imagen que causó escalofríos en las redes sociales, pero sobre todo a los investigadores que se toparon con lo que parecía ser un tiburón en el lago de Neuchâtel, Suiza.

Los tiburones son una pesadilla del agua. Su forma, su velocidad, su potente cola y sus afilados dientes lo hacen uno de los depredadores más feroces con los que te podés topar en el fondo del agua. Los distintos accidentes que se conocieron a lo largo de la historia y que involucraron víctimas fatales hizo que se recrearan ficciones en el cine en más de una oportunidad.

Toparse con un tiburón puede ser de las peores experiencias que pueda tener el ser humano. Sin embargo, un grupo de buceadores vivieron un momento más que terrorífico al encontrarse con... la estatua de un esqueleto de un tiburón en el fondo del lago Neuchâtel.

En las profundidades del agua se encuentra la estatua de un tiburón que asustó a cada buceador que exploró esa zona. En las imágenes compartidas se puede ver el esqueleto del pez y la escalofriante sonrisa que muestra gracias a su afilados dientes y enorme mandíbula, mientras que los dos orificios de los ojos le dan cierta expresión al rostro.

Esta se trata de una réplica del esqueleto del animal, aunque la similitud con el depredador sea muy alta y se tienda a dudar. No obstante, una de las mayores incógnitas es cómo llegó la estatua del tiburón hasta el fondo del lago.

Muchos de los lugareños sospechan que algunos bromistas hayan tirado esta réplica de 20 pies de largo y a base de fibra de vidrio al lago para asustar a otras personas. Otros creen que la pusieron allí a modo de una atracción turística no oficial.

Los comentarios no tardaron en llegar y en las redes sociales distintos usuarios dieron su impresión al respecto y dejaron en claro que no les gustaría conocer el fondo del mar, aunque solo se trate de una estatua.

“Ahora imagina ser el primer tipo que se topa con esto”, “Esta imagen me hace sentir mal del estómago, como si un miedo visceral dentro de mí me dijera que corra lo más lejos que pueda”, “Menos mal que el agua está tan turbia que nadie puede verme cagarme en los pantalones”, “No sé si quiero estrechar la mano de quien lo hizo o huir de él”, “¡¿Qué enfermo pensó que esto era una buena idea?!”, “Ahora sabes que esa cosa que te azota las piernas en el lago Neuchâtel es solo un accesorio”, fueron algunas de las decenas de comentarios que se leyeron ante las imágenes virales.

Lo cierto es que el tiburón logra flotar en las profundidades gracias a su estructura semi hueca y cabe señalar que si se tratara de un esqueleto de verdad ya se habría desintegrado hace años. Entonces, cualquiera que desee apreciarlo, tendrá que bucear en las profundidades del lago Neuchâtel y afrontar las sensaciones que le genera esta figura en las profundidades del mar.

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