Reseña: Mujeres extrañas, de Lisa Morton y Leslie S. Kingler (eds.)

La omnipresencia del género gótico en la literatura actual, impulsada sobre todo por escritoras mujeres, ha fomentado el redescubrimiento de muchas autoras del pasado en la interminable avenida de los cuentos de terror, con todas sus variantes. Mujeres extrañas. Antología clásica de cuentos sobrenaturales 1852-1923, selección organizada por las especialistas Lisa Morton y Leslie S. Klinger, se centra en un período, la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX, fructífero por su ambigüedad: la de lo que se divisa bajo lo reprimido y lo que se entrevé de los cambios por venir. El espiritismo se da la mano con el toque social y los cuentos de fantasmas con alguna orgía de sangre.

Solo un par de nombres de las antologadas –los de Louisa May Alcott y de Elizabeth Gaskell– son ampliamente conocidos. Los demás pertenecen también a la órbita anglosajona y al amplio espectro victoriano, donde esta clase de relatos fermentaron al calor de la revistas de la época. Más de uno –el de Gaskell, “El cuento de la vieja niñera”, por ejemplo– están narrados desde el punto de vista de las sirvientas, lo que le da una profundidad singular. En “Crepúsculo”, de Marjorie Bowen, aparece una figura histórica cruel como Lucrecia Borgia y “La dama con los claveles”, de Marie Corelli –autora muy popular en su tiempo– parte de un cuadro en el Louvre para causar escalofríos.

Morton y Klinger subrayan el dato de que, aunque parezca inverosímil hoy, muchas de las autoras incluidas en el libro, en una vuelta de tuerca feminista, ingresaron a la literatura como simple manutención y que lograron ganarse la vida con su pluma.

Mujeres extrañas

Por Lisa Morton y Leslie S. Klinger (Eds.)

Edhasa. Trad.: Mónica Herrero

384 páginas, $ 26.500