Argentina, tierra de amor y venganza: Luciano Cáceres llegó a la novela en la piel de un honesto comisario

La guerra entre Trauman ( Fernán Mirás ) y Aldo ( Gonzalo Heredia ) llegó a uno de sus puntos más álgidos cuando el villano se presentó en el conventillo junto a sus matones. Armados hasta los dientes, el mafioso no dudó en ir a buscar a Raquel ( Eugenia Suárez ), que se encuentra escondida allí gracias a la protección de su novio. Y ante esa amenaza, la banda completa salió a enfrentar la situación, y Bruno (Albert Baro), Gallo (Matías Mayer) y todos sus aliados se jugaron su vida y, también a punta de pistola, le pusieron un límite al dueño del Varsovia.

Trauman seguía firme en su tesitura, hasta que otros vecinos del lugar se unieron a la banda de Aldo y los rodearon. Samuel comprendió que estaba en inferioridad numérica, y decidió retirarse antes de comenzar una balacera en la que su derrota estaba garantizada. Sin ánimo de bajar los brazos, lo alerta de la situación a Torcuato ( Benjamín Vicuña ) y le exige que tome cartas en el asunto, porque no puede quedarse sin hacer nada mientras su cuñado mantenga su affaire dándole la espalda al matrimonio con Alicia ( Mercedes Funes ). De esa manera, Ferreyra lo cita en su despacho y lo obliga a abandonar a la polaca, pero Aldo niega toda la situación.

Sin embargo, por muy oscura que se presenta la realidad, hay una luz de esperanza. Luego de la muerte de un comisario corrupto que respaldaba a Trauman, la posible llegada de alguien honesto para ese cargo le hace mucha ilusión a Raquel y al resto de los héroes. El hombre candidato para ese puesto es Salaberry ( Luciano Cáceres ), un antiguo comisario famoso por su rectitud, y que en el pasado fue profesor de Julián (Tomás Kirzner). Pero la primera reacción del agente de la ley es negarse, ya que sabe que una guerra contra Trauman es tiempo perdido. Cuando se reúne con Raquel, su ex alumno y Aldo, les da la espalda y se muestra reacio a aceptar el cargo, pero todo indica que el hombre no tardará en quedar flechado por la joven inmigrante, y que ese amor lo lleve a convertirse en el nuevo comisario del lugar.

Mientras tanto, la situación financiera de Libertad ( Virginia Innocenti ) cambia radicalmente cuando Gabriel (Federico Salles) anuncia su casamiento con la hija de los Lynch, uno de los matrimonios más poderosos de la ciudad. Ahora ambos vuelven a nadar en dinero, y hacen gala de eso frente a Lucía ( Delfina Chaves ). Pero ella, que cada vez se siente más ajena a quienes son su familia, huye de todo para buscar a Bruno y llorando le confiesa que no se siente parte de ese mundo frívolo.