Radojka: una comedia que invita al debate

★★★ Autores: Fernando Schmdit y Christian Ibarzabal. Director: Diego Rinaldi. Intérpretes: Patricia Palmer y Cecilia Dopazo. Iluminación: Martín Gómez Márquez. Vestuario: Anah y Luis Vilches. Escenografía: Vanesa Abramovich. Teatro: El Picadilly (Av. Corrientes 1524). Funciones: viernes y sábados, a las 21. Duración: 60 minutos.

La historia se centra en dos mujeres de mediana edad que se dedican a cuidar a una señora mayor de origen serbio. El devenir de sus vidas se ve drásticamente trastocado cuando Radojka, tal el nombre de la octogenaria, fallece de golpe sumergida en una bañadera. Pero lo que podría culminar en tragedia, por el accidente en sí y por el desempleo que se cierne sobre las mucamas, se transforma en una oportunidad para que tanto Gloria (Patricia Palmer) como Lucía (Cecilia Dopazo) mejoren su standard de vida. ¿Cómo? ¿De qué manera? No se puede develar. Esa es la clave de la comedia de humor negro, bien concebida por el tándem Schmdit-Ibarzabal y dirigida con ritmo por Diego Rinaldi.

Si bien la efectividad de las escenas, a cual más disparatada, le debe mucho a los diálogos ingeniosos de los autores, es Patricia Palmer quien se pone al hombro la obra y la lleva a buen puerto desplegando toda su artillería de recursos para la comedia. La actriz es un torbellino en escena, le saca provecho a cada uno de sus latiguillos y asombra también por su destreza física. A su lado, Cecilia Dopazo, sin la vis cómica de su compañera de rubro (ni la edad requerida para el personaje), acompaña discretamente, pero al final encuentra su momento de lucimiento y, literalmente, de revancha.

Radojka se instala en la cartelera teatral porteña como una opción válida de comedia amena y graciosa, y, si se tiene en cuenta su slogan promocional -”¿Qué estarías dispuesto a hacer para conservar tu trabajo?”-, también como una propuesta que podría invitar al debate.

Gustavo Lladós