Diez canciones para recordar a Los Abuelos de la Nada

Liderada por el singular poeta, compositor, cantante y guitarrista Miguel Abuelo, Los Abuelos de la Nada constituye una de las principales bandas del rock argentino, que tuvo dos etapas bien diferenciadas. La primera de ellas, muy breve por cierto y fuertemente influenciada por el álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de Los Beatles y por la psicodelia en general, se desarrolló entre 1967 y 1969. Eso se debió a que, tras editar el seminal simple con las canciones "Diana divaga" y "Tema en flu sobre el planeta" y de ofrecer algunas presentaciones, Abuelo (cuyo nombre real era Miguel Angel Peralta) decidió abandonar la agrupación por diferencias musicales (en especial con el guitarrista Pappo) y emigró a Europa.

Poco más de una década después, y con él ya de regreso en el país, se cristalizó la segunda y más exitosa etapa del grupo, con temas realmente muy populares y el apoyo total del público. Cachorro López (bajo), Andrés Calamaro (teclados), Daniel Melingo (vientos), Gustavo Bazterrica (guitarra) y Polo Corbella (batería) fueron los laderos de Miguel en esta cruzada que dominó gran parte de la década del ochenta a bordo de una propuesta que incluyó pop, rock, reggae y funk en contagiosas y repartidas dosis. Luego de la partida de la mayoría de sus miembros y de grabar el álbum en vivo Los Abuelos en el Opera (1985), Miguel Abuelo siguió adelante con el proyecto y, acompañado por nuevos músicos, en 1986 lanzó Cosas mías, el que sería su último registro discográfico antes de su muerte, ocurrida el 26 de marzo de 1988.

Posteriormente se dieron algunas reuniones de sus exintegrantes, homenajes varios al inolvidable Miguel Abuelo y en la actualidad se prepara un regreso del grupo con Gato Azul Peralta (hijo de Miguel) a la cabeza. Por eso, es una excelente oportunidad para recorrer y recordar la vida musical de Los Abuelos de la Nada a lo largo de diez canciones muy representativas.

"No te enamores nunca de aquel marinero bengalí" (1982)

Incluido en Los Abuelos de la Nada (1982), álbum debut del grupo, este tema compuesto por Cachorro López, Andrés Calamaro, Gustavo Bazterrica y Miguel Abuelo fue algo así como la carta de presentación ante el público y una muestra del sello bailable y descontracturado que caracterizaría a su propuesta de aquí en adelante. También era una de las canciones más festejadas de sus shows en vivo.

"Sin gamulán" (1982)

Otro gran éxito del primer disco de la banda, "Sin gamulán" dejó ver por primera vez las altas cualidades compositivas de Andrés Calamaro, quien además se hizo cargo de la voz. Con el paso de los años no sólo se transformó en una de las canciones emblemáticas de Los Abuelos sino también del rock argentino de los 80.

"Mil horas" (1983)

Todo lo que Andrés Calamaro prometió con "Sin gamulán" finalmente se convirtió en realidad a través de "Mil horas", uno de los sucesos más grandes del grupo y su consolidación además como compositor (aquí junto a Marcelo "Cuino" Scornik) de inolvidables melodías. Hit indiscutido del rock argentino, el tema formó parte de Vasos y besos, segundo álbum de la agrupación lanzado en 1983, y con una vigencia tal que ha sido versionado por varios artistas como Los Enanitos Verdes, Los Tipitos y The Sacados, entre otros.

"Sintonía americana" (1983)

También perteneciente al consagratorio disco Vasos y besos, "Sintonía americana" es una composición en la que se combina la influencia musical del funk de Cachorro López con la personalísima y particular pluma de Miguel Abuelo, un creador cuyas letras nunca pasaban desapercibidas por su alto vuelo poético.

"Así es el calor" (1983)

Otro impacto de Andrés Calamaro, en esta oportunidad compuesto junto a Gringui Herrera, que también formó parte de Vasos y besos. Una melodía fresca y bailable junto a una letra simple y veraniega que no dejó de sonar en las radios de la época.

"Chalaman" (1983)

Sin dudas, el gran aporte compositivo de Daniel Melingo a Los Abuelos de la Nada, convertido ademas en otro de los temas principales de Vasos y besos. Dejando a un lado su rol de clarinetista y saxofonista, el hoy consagrado artista de tango se adueñaba de la voz y la guitarra para encabezar este reggae histórico de la agrupación comandada por Miguel Abuelo. Algunos años después, Diego Torres grabaría su propia versión en su primer álbum solista.

"Lunes por la madrugada" (1984)

Otro clásico de Los Abuelos compuesto por el tándem Abuelo-López que formó parte de Himno de mi corazón, tercer álbum de la banda, lanzado en 1984. Tras la consagración de Vasos y besos, el sexteto (ahora con Alfredo Desiata en lugar de Melingo) se trasladó a Ibiza y en los estudios Mediterráneo registró un trabajo discográfico más maduro tanto en lo musical como en el sonido, aunque no exento de varios hits.

"Himno de mi corazón" (1984)

Sin dudas, uno de los temas más emblemáticos y famosos del grupo, "Himno de mi corazón" aunó una vez más el talento musical de Cachorro López con la poesía de Miguel Abuelo en una de sus letras más logradas e inspiradas. Incluida también en el álbum homónimo de 1984, la composición ya forma parte del gran cancionero del rock argentino, con varias versiones interpretadas por otros artistas, siendo la más célebre la de Mercedes Sosa.

"Costumbres argentinas" (1985)

"Costumbres argentinas" constituyó, junto con "Zig zag", uno de los dos estrenos incluidos en Los Abuelos en el Opera, el álbum en vivo que la banda grabó los días 14, 15 y 16 de junio de 1985 en dicho teatro porteño. Compuesto por Andrés Calamaro, y obteniendo un gran éxito por cierto, fue la última colaboración del músico a la banda antes de su desvinculación de la banda. Con frecuente presencia en sus conciertos como solista, el tema fue también grabado por Fabiana Cantilo en 2009 para su disco de versiones En la vereda del sol.

"Cosas mías" (1986)

Primer corte de difusión del álbum lanzado en 1986 con el mismo nombre, "Cosas mías" es recordado como el último tema de Los Abuelos de la Nada que obtuvo repercusión. Tras las desvinculaciones de Melingo, Bazterrica, López y Calamaro, Miguel Abuelo armó una nueva formación que, conservando a Polo Corbella en batería, sumó a Kubero Díaz (guitarra), Juan del Barrio (teclados) y Marcelo "Chocolate" Fogo (bajo). La canción pronto se convirtió en un éxito radial, mientras que el álbum fue presentado en vivo en el teatro Opera a lo largo de cuatro funciones.