Francisco: "Brasileños ladrones, me robaron el corazón"

El Papa Francisco se suma a las celebraciones por el aniversario 448 de la fundación de Río de Janeiro y recuerda, con el nuevo cardenal brasileño Tempesta, su viaje a Sudamérica

"El pueblo de Brasil está lleno de ladrones, me robaron el corazón", le dijo el Papa al nuevo cardenal de Brasil, Orani Joao Tempesta. Francisco se refería a la ola de cariño que recibió durante su viaje a Río de Janeiro con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en julio de 2013. Un afecto que manifestará también por la próxima Copa del Mundo de Fútbol, a la cual saludará con un mensaje contra el racismo.

El próximo 28 de febrero la ciudad de Río conmemorará el 448 aniversario de su fundación. Ese día, con el apoyo de la arquidiócesis local, tendrá lugar una gran fiesta a los pies de la estatua del Cristo Redentor. Por ese motivo Tempesta aprovechó su elevación cardenalicia del pasado fin de semana para pedir a Jorge Mario Bergoglio una palabra dirigida a su pueblo.

"Le pedí al Santo Padre una palabra porque el martes viajaré a Río de Janeiro para las celebraciones con la diócesis, le pregunté qué debía decir a la gente y él ratificó su cariño y su amistad con todo el pueblo brasileño", agradeció la proximidad y dijo que el pueblo brasileño es ‘ladrón’ porque ha sabido robar su corazón", aseguró el arzobispo en entrevista al Vatican Insider .

También se refirió a la incisiva homilía pronunciada por el Papa en la misa del domingo 23 con motivo de la creación de 19 nuevos cardenales de la Iglesia. El pontífice dijo con claridad que la Iglesia de Roma "no es una corte" y, por ello, los purpurados deben evitar las actitudes cortesanas, como "las intrigas, las habladurías, las camarillas y los favoritismos".

"Está muy bien lo que dijo el Papa, una reflexión que partió de la primera lectura de la misa y también del evangelio", indicó Tempesta y agregó que los cardenales recibieron el mensaje que sí incluyó la necesidad de no sentirse en una corte pero también la llamada, como miembros del clero de Roma, a caminar en la conversión y en la santidad.

"Después del gesto bello de Benedicto XVI de renunciar, muy querido como se vio en los aplausos (cuando reapareció por primera vez públicamente) en la celebración del sábado. Ahora está la proximidad con el pueblo, la cercanía, el diálogo con la sociedad, la preocupación por la paz, el hambre, la justicia, por los refugiados y una renovación de la Iglesia en su interior, que es lo que quiere el Santo Padre con su trabajo", insistió.

Brasil parece dispuesto a tener una relación especial con el Papa argentino. El viernes 21 por la tarde Rousseff se reunió en privado con el líder católico, en un estudio ubicado dentro del Aula Pablo VI del Vaticano. Una audiencia que duró, en total, unos 30 minutos. Al final del encuentro Bergoglio recibió como regalos una casaca verde-amarilla de la selección firmada por el ídolo Pelé y una pelota firmada por Ronaldo.

"¿Todo esto es para que rece por Brasil para que gane la Copa?", bromeó Francisco. "Santo Padre, al menos le pedimos la neutralidad", respondió entre risas Dilma. Al salir del encuentro ella misma comunicó, mediante su cuenta en la red social de Twitter, que el pontífice había aceptado grabar un video-mensaje contra el racismo con motivo del mundial.

"Es una forma de mostrar que el fútbol, al congregar centenares de naciones, crear un espíritu de fraternidad y despertar tanta emoción, también es el momento para defender la paz y manifestarse contra el prejuicio, causas que unen a todos los pueblos y religiones", apuntó.