Empleo: la expectativa de contrataciones es la más baja en tres años, según un informe privado

En medio de una crisis económica que este año estará marcada por una combinación de inflación con recesión, la creación de empleo sufrirá el impacto: las expectativas de contrataciones para 2024 cayeron al peor nivel de los últimos tres años.

Así, el 65% de los especialistas en recursos humanos tiene planificado tomar nuevos empleados, según el informe “Balance 2023 y expectativas 2024″, realizado por la plataforma Bumeran, que proyecta, a través de la participación de especialistas del rubro y trabajadores, la percepción respecto de lo que pasará este año en materia laboral. El dato está por debajo del 71% y 75% de las últimas dos ediciones y, a nivel regional, está solo por encima de la proyección de Chile (54%).

Además, entre quienes planean aumentar la plantilla en la Argentina, el 32% proyecta incrementarla un 10%, el 26% considera hacerlo un 5% y el 15% planifica ampliarla un 15%.

Respecto de cómo ven la situación del mercado laboral este año, el 28% opinó que va a empeorar, mientras que tan solo un 18% cree que va estar mejor. Para el 19% no habrá cambios y la mayoría (34%), sin embargo, no pudo especificar una proyección, lo que resulta consistente con la creciente incertidumbre que se vive en el sector laboral y sus posibles modificaciones. Además, el contraste con los estudios previos muestra la tendencia contraria: en 2021, por ejemplo, el 39% de los especialistas consideraba que el mercado laboral mejoraría; y en 2022, el 40%.

“Estamos en un momento de transición entre modelos económicos y de estado muy diferentes. Se espera que se definan una gran cantidad de reformas que van a impactar directa e indirectamente en el mundo laboral y, sin duda, en los próximos días nuevas medidas se van a sumar a este panorama de cambio. En este contexto, aún no hay certezas respecto al rumbo que pueda tomar el 2024 en materia de empleo”, explica Federico Barni, CEO de Jobint.

Sin embargo, según Juan Luis Bour, economista jefe y director de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), habrá pocos despidos: “Con una economía que cae fuerte en el primer semestre se frenan las contrataciones. Pero cuidado, probablemente no haya muchos despidos, porque caen los costos laborales también”, dijo a LA NACION, y remarcó que la caída es “prociclo”, con una elasticidad que depende de esos costos.

En tanto, el 68% de quienes creen que la situación va a ser peor es por la incidencia del contexto económico del país en el mercado laboral y otro tanto considera que los salarios van a perder valor en relación con la inflación, enfatiza el informe. Esta última es una problemática que se sostiene desde octubre del año pasado, cuando se aceleró el índice de precios al consumidor y generó un fuerte impacto en el poder de compra, que también fue decayendo con los meses.

De hecho, en el sector privado el poder de compra se evaporó un 17,8%, frente a un 18,4% para los empleados públicos. Los trabajadores no registrados sufrieron el mayor impacto, con una baja del 44,4%.

Impacto de las medidas

El informe también estima un escenario dividido de forma pareja respecto de cómo creen los especialistas que van a impactar las políticas del nuevo Gobierno en el mercado laboral, con un 42% que cree que será negativo y otro 42% que cree que será positivo.

Aunque no todo el panorama es trágico, ya que el 90% de los consultados por parte de las empresas aseguró que tiene planeado aumentar los salarios durante el año, de los cuales un 62% lo hará con base en los niveles de inflación.

Estas perspectivas se circunscriben a un escenario que muestra, según las últimas mediciones del Indec para el tercer trimestre de 2023, que la tasa de empleo se posicionó en un 45,5%, 0,9 puntos porcentuales por encima de la medición anterior, con un porcentaje bajo de desempleo (5,7%), pero que convive con la problemática de la escasa creación de puestos privados y la pérdida del poder adquisitivo frente a los crecientes índice de IPC.

“El sector privado formal asalariado viene cayendo durante los últimos meses de 2023, porque se frenó la economía, y se preveía ya la recesión. El sector informal privado e independientes (cuentapropistas) son los que más vienen creciendo desde 2012, por los costos y la regulación. Es imperativo que creciera, porque esa parte, junto con el empleo público, son lo único disponible hasta aquí”, analizó Bour.

Ahora queda esperar los resultados del primer año del nuevo Gobierno, ya que, según el especialista, hacia fines de 2024 o principios de 2025 podría revertirse el escenario actual: si la economía rebota, esto podría espejarse en el empleo formal privado, que respondería tomando impulso.

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