En marzo se calcula una disponibilidad de un millón de cabezas menos que 2023 por la seca y porque los criadores procurarán retener todo lo que puedan
En la evolución reciente del precio de la invernada pueden distinguirse tres períodos. “Después de conocerse el resultado de las elecciones hubo expectativas favorables y un comportamiento alcista, apalancado por las lluvias provocadas por El Niño. El clímax llegó después de la asunción del nuevo presidente, Javier Milei, pero luego bajó la hacienda gorda porque los carniceros no pudieron vender los cortes a 8000/9000 pesos por kilo. Por carácter transitivo, los precios de la invernada se derrumbaron de 2500/2600 a 2100 pesos por kilo que se pagan actualmente por terneros mestizos de 180 kilos de buena clase”, rememora Juan Pedro Colombo.
El consignatario agrega que “en esta época hay pocos remates organizados, que canalizan la cola de la parición 2023″. En marzo prevé una oferta con un millón de cabezas menos que la de 2023 por la seca y porque los criadores procurarán retener todo lo que puedan. “Si los ganaderos tienen disponibilidad de forraje y tasas de interés con tendencia a la baja buscarán postergar las ventas y cargar kilos para compensar los que perdieron en 2022 y 2023, cuando tuvieron que vender animales muy livianos”, proyecta.
Mayores costos
Mientras tanto, una vaquillona preñada o una vaca nueva se vende a 600.000/650.000 pesos, con plazos de pago de 30 y de 60 días, algo retrasada respecto de la evolución del ternero, si se considera que una vaca gorda puede venderse a $500.000 si está bien terminada.
Hacia adelante, Colombo estima que la ganadería disfrutará de buenos precios, pero con muchos costos que se duplicaron en pesos en las últimas semanas, entre los que sobresalen la semilla de pasturas, los fertilizantes, algunos productos sanitarios y los impuestos.
En ese escenario, hay mejores perspectivas para el ganadero que oriente sus productos hacia la exportación, si se mantiene un tipo de cambio competitivo. “Hay pocos novillos pesados y se embarcó poca cuota Hilton porque el Senasa dio de baja muchas empresas; se está difundiendo la categoría UE no Hilton, una carne de calidad de novillo británico que llega al viejo continente fuera de la cuota, pagando aranceles normales“, dice el consignatario.
En tanto, los matarifes mantienen una actitud muy cauta de cara al aumento de tarifas que sufrirá la población, la inflación que no cesa y el aumento general de los costos de vida de las familias.