Carlota Ciganda: la golfista de familia futbolera que un día se convirtió en la heroína de España

Se formó en la misma universidad estadounidense de su compatriota Jon Rahm y es la primera jugadora de su país en llegar al top 10 del ranking mundial de golf

Fútbol y más fútbol. Carlota Ciganda creció con una pelota en sus pies. Su tío, José Ángel Ziganda, más conocido como Cuco, jugó once temporadas entre Osasuna y Athletic Club. Su padre, Jesús, fue futbolista y dirigió a equipos amateurs, mientras que su hermano, Iñigo, y uno de sus primos, probaron suerte en categorías menores de España. Ella continuó con la tendencia, se inscribió en una escuela de fútbol sala y, ante la falta de un equipo femenino, tiró paredes entre chicos. Se destacó por su habilidad y buena pegada. Era una delantera con proyección. En paralelo, practicaba golf y pelota vasca en el frontón; también natación y tenis. Los años pasaron, aquella niña inquieta creció y un día debió elegir. Carlota guardó su balón y se quedó con los palos.

Carlota Ciganda Machiñena nació el 1 de junio de 1990 en Pamplona, la ciudad más poblada de Navarra, situada en el norte de la península ibérica. De pequeña acompañaba a su padre al Club de Golf Ulzama, un campo ubicado a cinco kilómetros de su casa. A los seis años ya tomaba clases y, poco después, empezó a competir. “Tiene un don y puede llegar adonde se lo proponga”, aseguró Cuco Ziganda, quien subrayó la importancia del entorno familiar. “La educación era lo primero y luego estaba el golf”, reconoció. En palabras de su madre, María Jesús, “es muy disciplinada en todo lo que se propone”.

Títulos por doquier

A los diez inició un período glorioso en campeonatos locales y, dos años más tarde, obtuvo su primer torneo internacional, el Doral Junior Classic de Miami. En 2005, con 14, debutó en uno de carácter profesional, el Tenerife Ladies Open. Llenó su currículum de aprendiz con distinciones varias, como el Campeonato de Europa Sub-16 y Absoluta, además de la Junior Ryder Cup 2004 y 2006. En junio de 2007 conquistó el Ladies British Amateur Championship al imponerse por 4 y 3 a la sueca Anna Nordqvist en la final. Fue la cuarta victoria de una española en esta competición. “No me podía imaginar al comienzo de la semana que iba a ganar”, se sinceró la navarra tras un duelo intenso. Concluyó el recorrido con 5 bajo el par, pero fue a partir del noveno hoyo donde apuró la marcha y doblegó a la nórdica en los hoyos 10, 12, 13 y 15, el último. En síntesis, se adjudicó 17 trofeos entre 2000 y 2008.

Su progresión acaparó la atención de unas cuantas universidades, pero optó por la de Arizona State, a la que años posteriores asistió su compatriota Jon Rahm. El clima árido de la zona significó un factor clave y decisivo, por el simple hecho de que no le agrada el frío. “Carlota exhibe en los campos una madurez impresionante, mayor de la que le corresponde por su edad”, expresó Melissa Luellen, entrenadora del centro académico estadounidense, donde Ciganda cursó Administración de Empresas. En apenas tres meses, la joven se adaptó a la vida norteamericana en general, a excepción de la comida y el idioma. Al principio le costó porque “la gente habla rápido” y en las clases se sintió “un poco perdida”, pero pudo sobrellevarlo. “En general, la gente es muy amable, comprenden que haces un esfuerzo para hablar en inglés e intentan ayudar”, detalló Ciganda, quien no tenía claro su futuro hasta que viajó a Estados Unidos para nutrirse de una experiencia diferente.

En marzo de 2009, a sus 18 años, accedió al Phoenix LPGA International por invitación y, de esta manera, se convirtió en la primera aficionada española que compitió en el circuito profesional estadounidense. Una oportunidad ideal para “intentar aprender de las mejores”. Al mes siguiente ganó su primer evento universitario, el Pac-10. Derrotó en un desafiante playoff a su compañera de equipo, Jennifer Osborn, y a la jugadora de la Universidad de Southern California, Jennifer Song. Las tres concluyeron igualadas con 210 golpes al término de las tres rondas. En la edición 2010 defendió con éxito su título a través de un desempate con la colombiana Juliana Murcia y logró el denominado ‘back-to-back’, es decir, triunfos consecutivos. Con soltura, afirmó: “Jugué increíble”. En esa línea permaneció a lo largo de la temporada y no bajó del puesto 14. Se impuso en la última prueba del calendario del Cactus Tour, un circuito fundado en 2005 para mujeres profesionales y amateurs con el fin de proporcionar un entorno competitivo.

En 2011, Carlota abrió la puerta hacia el profesionalismo e integró el Programa NeoPro, una iniciativa de la Real Federación Española de Golf (RFEG) que brinda ayuda y formación a los jugadores de élite en sus primeros años. Su objetivo de cara a esta etapa fue “jugar bien y disfrutar del golf”. Y apuntó en grande: “Lo ideal sería poder sacar las dos tarjetas y compaginar ambos circuitos, ya que el Ladies European Tour cada vez está mejor y tiene torneos más interesantes. Prepararé las dos escuelas en casa, entrenándome y disputando las competiciones en las que tenga invitación”, aseveró. Sólo sabía que podía pasar cortes y todavía debía conocerse más. Compitió en el circuito europeo de desarrollo LET Access Series, ganó el Murcia Ladies Open y el Campeonato de España en Talayuela. En este último, dejó en claro cuál es y será su filosofía en el campo: “Ir día a día, hoyo a hoyo, golpe a golpe. No miro más allá. Lo que tenga que venir, bienvenido será”.

El despegue, con hito incluido

Carlota tomó vuelo en 2012, su primera temporada completa en el Ladies European Tour. “Creo que puedo estar ahí arriba”, manifestó. Y así fue. Ganó el Deloitte Ladies Open en la semana de su cumpleaños número 22 con 9 golpes bajo el par, dos menos que la finesa Ursula Wikström. Y más adelante se adueñó del China Suzhou Taihu Open. Terminó el año a lo grande, en la cima del ranking europeo. Se hizo con la Orden de Mérito LET, fue distinguida como la novata ¡y jugadora! del año. Asimismo, superó el corte en los tres majors de la temporada, el US Women’s Open (puesto 39), el Evian Masters (24) y el Women’s British Open (17). La regularidad le aportó confianza y se animó a soñar: “Quiero jugar con las mejores y pelear en Estados Unidos”. Ciganda “da los pasos justos”, según su tío Cuco. “Es muy pausada, pero no se para, siempre está avanzando y no busca el camino más corto para ser la número uno del LPGA Tour, sino el adecuado”, señaló. En 2013, añadió a su lista el Open de Alemania y contribuyó al triunfo del equipo europeo en la Solheim Cup. Además, pasó 16 cortes en 19 eventos de la gira norteamericana.

Un deseo cumplido

En noviembre de 2014 compartió una jornada de golf junto al tenista Rafael Nadal, su ídolo, en el Olazábal & Nadal Invitational. Ambos enfrentaron a José María Olazábal y Jesús Legarrea. Jugaron 13 hoyos en modalidad fourball, llegaron al 18 igualados y perdieron por un golpe en el último. “Hay que decirlo, todo fue gracias a Rafa. Estábamos uno abajo e hizo un approach asombroso en el 17 que nos dejó con la boca abierta. Creo que ni él mismo se lo creía. Ese lo ganamos, pero caímos al final. Una pena, pero fue una tarde espectacular y muy divertida”, contó. Y sobre el mallorquín, agregó: “Es exactamente igual a como me lo esperaba. ¡Vaya crack! Me encanta que triunfen en el deporte y en la vida las personas que son así de sencillas, cercanas y humildes. Es un ejemplo y lo predica en cada gesto que hace y en cada palabra que dice”. Debían jugar por la tarde, pero Nadal apareció a las siete de la mañana para practicar antes porque llevaba un mes sin tomar los palos y no se animaba a meterse “en frío”.

El punto de inflexión

Su primera consagración en el LPGA Tour se hizo esperar unos años, pero llegó en octubre de 2016. Carlota consiguió el KEB Hana Bank Championship de Corea del Sur tras batir a la estadounidense Alison Lee en el playoff, luego de una gran remontada sobre la base de consistencia y enfoque. Una Carlota emocionada abrió su corazón en la conferencia de prensa y admitió que “fueron años duros” debido a la pérdida de su entrenador de toda la vida, Rogelio Echeverría, a fines de 2014. “Tuvo una úlcera de estómago cuando estaba jugando entre Europa y Estados Unidos. Enfermó muy rápido y en cinco días falleció. Era como mi segundo padre, siempre estuvo conmigo en el campo y era muy cercano a mi familia. Su muerte me hizo pensar. Tengo que agradecerle todo porque juego al golf por él. Esta victoria es para Rogelio, que me estará viendo desde algún lado”, remarcó.

Carlota se sentía “perdida y estancada”, por lo que en el verano de 2015 acudió a Jorge Parada, entrenador gallego residente en Estados Unidos y director de la PGA Tour Academy en Sawgrass, quien ya había trabajado con varios jugadores. “Hablamos el mismo idioma y es muy bueno para mi swing”, precisó. También cambió de caddie y se encomendó a Terry McNamara, el cual acompañó durante muchos años a la sueca Annika Sörenstam, ex número uno en la década de los 90 y hasta finales de los 2000, con más de 90 coronaciones como profesional. “Juego lo mejor que sé. No voy a mentir, estaba muy nerviosa en los últimos cuatro hoyos, pero positiva. Si hay ansiedad por ganar es difícil porque te ponés más presión. Hay que dejar que las cosas sucedan”, declaró. En menos de un mes, volvió a festejar, esta vez en el Lorena Ochoa Invitational.

En marzo de 2019 hizo historia, ya que por primera vez una golfista española alcanzó el top 10 del ranking mundial. No se obsesionó con ser la número uno, prefirió trazarse metas a corto plazo y focalizarse en adquirir regularidad. “Quiero evitar algún bogey más y seguir mejorando la media de golpes”, explicó. Calculó competir en 25 eventos por temporada y aspiró a “100 greens más al año”. Sobre la ausencia de títulos, confesó: “Tuve juego para ganar algún torneo más. Todas las que están delante mío y algunas detrás en el ranking lo hicieron. Lo tengo en mente, pero si me obsesiono no creo que llegue. En cualquier caso, si sigo haciendo tantos top ten durante el año y estoy ahí arriba, no me importa tanto”. La pamplonesa cortó con la sequía. Sus tres triunfos posteriores en el Ladies European Tour acontecieron en España: el Estrella Damm Mediterranean Ladies 2019 y 2022, y el Open de España Femenino 2022. En mayo de 2023 se adjudicó en el Aramco Series de Florida su novena victoria profesional, séptima de la gira europea. “Ganar con tantas jugadoras buenas y otras jóvenes que llegan es muy especial. Sabía que la paciencia sería la clave porque con este viento estaba claro que pocas jugadoras iban a terminar bajo par”, indicó.

Corazón futbolero dividido

Carlota sigue tanto a Osasuna como al Athletic Club y guarda grandes recuerdos de sus visitas al estadio San Mamés para ver a su tío en acción con la camiseta del conjunto rojiblanco: “La afición, el himno... la verdad es que no hay otra cosa igual, es puro sentimiento”, dijo. Y en ocasiones recibía visitas especiales: “Algunas veces venían al pueblo otros jugadores y nos hacíamos fotos con ellos”, rememoró. Intenta ver todos los partidos, “esté donde esté”. Por otra parte, en septiembre de 2023, recibió un cálido homenaje en El Sadar, la casa del Osasuna, por su rol clave en la coronación de Europa en la Copa Solheim.

Carácter, reacción y castigo

Carlota fue descalificada del Evian Championship 2023, cuarto grande del año, tras firmar un resultado incorrecto adrede al no reconocer una penalización de dos golpes por juego lento. Según el comunicado oficial, “se le permitió apelar ante los oficiales de reglas” y “sus alegaciones fueron denegadas”. Por lo tanto, obró en consecuencia. “Sé que soy una jugadora lenta, pero ahí no he tardado. Era mi palabra contra la suya”. Esta no es la primera vez que recibe una sanción de estas características. En el Bank of Hope LPGA Match Play 2021, pensó que había ganado el hoyo 18 con un birdie y el partido ante la estadounidense Sarah Schmelzel, pero se lo dieron por perdido por “infringir la Política de Ritmo de Juego”. Al respecto, Ciganda manifestó: “Fue un castigo excesivo e injusto. Era una situación muy concreta y determinada. Hasta Sarah me dijo que había ganado realmente. No sé qué pretenden conseguir con esto, pero no lo veo normal”.

Carlota, con “C” de campeona

Cuatro de cuatro y cartón lleno. Nadie pudo derribar a la heroína de la Solheim Cup 2023. “Sobre el papel, con el ranking mundial que tenemos, creo que es el equipo más fuerte de todos los tiempos. Tenemos ocho jugadoras entre las 15 mejores del mundo”, había anticipado Ciganda en la previa. Y avisó: “Sé que puedo jugar un gran golf”. Europa fue capaz de retener el título al igualar 14-14 con Estados Unidos en el campo español Finca Coertesín de Málaga de Andalucía y Ciganda se consolidó como la gran referente del golf en su país. En el último partido de individuales, Ciganda doblegó 2-1 a Nelly Korda, una rival de primera clase y número 3 del mundo. El momento clave ocurrió en el hoyo 16 cuando la capitana, Suzann Petersen, le dijo: “Estás hecha para esto, vas a ganar, así que confía”. Carlota le respondió: “Vamos a hacerlo”. Controló la presión, redireccionó las energías a su favor y esas palabras de aliento mutuo cobraron vida propia. La excitación fue tal, que no logró recordar ciertos instantes durante el hoyo decisivo.

“Es una chica diferente, con magia. Nos llena de orgullo”, sostuvo Cuco Ziganda, quien estuvo pendiente de su sobrina toda la semana y sufrió, sobre todo en la jornada final. Ciganda participó por primera vez de la Solheim Cup en 2013, una edición histórica, ya que por primera vez el equipo europeo ganó en suelo americano. Desde entonces, cuenta con asistencia perfecta y cuatro victorias. Su legado en la competición, con un récord de 11-8-4, la posiciona como una futura líder y lo sabe: “Al final podría llegar, aunque prefiero seguir jugando”, argumentó. Antes busca cumplir con un sueño, ese que la desvela: “Un major es lo único que me queda”.

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