Efecto Van Gogh: se inauguró una sala inmersiva gratuita con un homenaje a Astor Piazzolla

Un bandoneón a gran escala aparece proyectado en una pared mientras empiezan a sonar los acordes de “Adiós, Nonino”, a un volumen potente que estremece. El sonido envuelve a los espectadores y las imágenes se suceden sin pausa en paredes, piso y una plataforma que hace de pantalla. A un enorme retrato en blanco y negro de Ástor Piazzolla le sigue un collage que combina dibujos en movimiento y fotografías históricas de Buenos Aires, Mar del Plata y Nueva York. A lo largo de ocho minutos, se escuchan composiciones clásicas del gran músico argentino como “Libertango” y “Otoño porteño”. Las proyecciones se repiten en loop en la sala inmersiva inaugurada hoy en el segundo piso del Centro Cultural Kirchner. De acceso libre y gratuito, la programación de apertura acompaña la muestra Piazzolla 100, que rinde tributo al centenario de su nacimiento (11 de marzo de 1921) y los treinta años de su muerte, que se cumplen el 4 de julio.

Equipada con catorce proyectores, la primera sala inmersiva de una institución pública cuenta con un sistema de sonido de veinticuatro parlantes y un revestimiento acústico especialmente diseñado con técnicas de espacialización sonora, que genera una sensación envolvente. Una plataforma ubicada en el centro del espacio, que tiene doscientos metros cuadrados y seis metros de altura, “esconde” los equipos técnicos de la vista y sirve, además, para ordenar la circulación del público.

Del acto de apertura participaron el presidente Alberto Fernández, el ministro de Cultura Tristán Bauer y gran parte de la familia Piazzolla: su esposa, Laura, que preside la Fundación Piazzolla; sus nietas Marcela Villaflor Piazzolla y Mariana Rodríguez Celin; y el baterista Daniel “Pipi” Piazzolla, nieto del compositor, que se sumó a la inauguración de manera virtual desde Dubai.

La Fundación Piazzolla aportó valioso material de archivo para la realización audiovisual, que contó con el trabajo creativo de Martín Borini, artista argentino residente en Berlín. Fue el encargado de crear los collages visuales en los que confluyen ilustraciones estilo pop art, fotografías antiguas de la rambla marplatense y de la avenida Corrientes, retratos de distintas etapas de la carrera de Piazzolla, imágenes de la Estatua de la Libertad, fragmentos de películas de Carlos Gardel y tapas de los vinilos más representativos del compositor, entre otros recursos. Todo eso se combina a la perfección con la música elegida y forma un combo que deleitará a los fanáticos y sorprenderá a los novatos. Hay, también, frases que aparecen en las paredes como si fueran grafitis: “La música es el arte más directo: entra por el oído y va al corazón”.

La idea de los programadores del CCK es estrenar cinco o seis propuestas por año: algunas, en diálogo con exhibiciones temporales, y otras, especiales. Ya están pensando en una producción para la infancia.

Para agendar

CCK, piso 2 (Sarmiento 151). De miércoles a domingos, de 14 a 20. Entrada libre. No requiere inscripción previa. El ingreso es por orden de llegada.

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